miércoles, 25 de noviembre de 2009

Me lo hiciste pasar tan mal que la mitad de mis buenos recuerdos son contigo

Si, ya sé que te he plagiado el título, pero no pretendo escribir un gran poema. Ayer intenté esmerarme para conseguir las palabras perfectas, esas que lo expresan todo, las que utilizan los grandes poetas; hoy sin embargo he borrado todo lo que había escrito sin apenas mirarlo; para serte, por una vez, asquerosamente sincero. No necesito escribir las frases de aquellas canciones de Los Planetas que escuchábamos juntos; no necesito repetir aquellos versos que un día te escribí, aunque ya fuera tarde; ni tampoco citar a pie de página las palabras que, de algún autor famoso, adapté; no necesito siquiera recordar detalles concretos, pues para mí lo fuiste todo. No necesito nada de esto para decir que te quiero.

No necesito libros, ni fotos para recordar nuestro cuento; no necesito el mar ni la música para recordar el verano; no necesito al hombre del traje gris, ni siquiera aquel dibujo que mostrabas; no necesito tempestades para sentir la grandeza de la Reina del Viento. No necesitaría decirlo, pero lo siento. Estoy tan seguro que me comería un bollo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Buscando a Prometeo (marchando atrás)

"¿Quién soy yo para que un REY muriese en mi lugar?" Así se titulaba el librito que me ofreció un hombre parado, quieto sobre el ripio, esperando a que yo pasara. Se acercó con cara afable, extendiendo su mano que sujetaba el librito religioso. Acepté su ofrenda y seguidamente preguntó -¿Hacia dónde vas? -A Cerro Castillo -Respondí- Espero que te acompañe en tu viaje -Concluyó. A esas alturas mis pasos ya estaban cansados, todo había desaparecido, todo excepto el viento, el cansancio y mis pasos. Por un momento caminaba sin sentido; nada era importante, no importaba dónde podría dormir, no importaba siquiera si tendría agua para beber, solo importaban los pasos que uno tras otro se sucedían. Los pies no piensan y mi cabeza se dejó llevar por unos instantes por el ritmo de mis pies. La Ruta 7 Sur se perdía en el horizonte, tras la delgada linea que subía por la colina. Nunca acabé de entender porqué bajando hacia el sur encontraba subidas; pero allí estaban y sólo podía caminarlas. Poco después, en el arcén, descansaba un perro. Con los colmillos indicaba el camino a seguir, indicaba hacia donde fueron sus últimos pasos, dónde buscó el reposo eterno, a la orilla de la calzada. En mi cabeza resonó una pregunta: ¿Quién cojones se ha creido ese rey para que un perro muera por él?




Tras las montañas nevadas reconocí la voz de Shiva. Aún lejos del Himalaya, incluso de la cordillera de Zanskar, reconocí su voz. Comprendí que habita allá, donde las cumbres están tapadas por las nubes. Incluso lejos de Leh. Suavemente intentó vencerme a soplidos, intentando volverme loco; pero no sabía que la locura ya formaba parte de mi. Su brisa me acompañaba placenteramente hasta que, viendose fracasar enfureció. Mandó a lomos de un caballo negro un ejercito de nubes en luto. Sabía que sería inminente su llegada, aún así me resistía intentando correr más que ellas, caminando hacia un claro en el cielo; buscando a Prometeo. También sentía de cerca la presencia de algún familiar, acompañándome en su vuelo por encima de los prados. Solamente la curiosidad de las vacas sabían de mi presencia. El instinto protector en el graznido de otras aves que, seguramente Aimar sabría como se llaman, era el único sonido que atravesaba el viento. Mientras tanto los pasos se iban sucediento, sin un motivo concreto, lentamente avanzando en la inmensidad.




Denante mis pasos se quedaron a la orilla de un río bravo. De la mochila donde guardo los quebrantos saqué una hogaza de pan y queso, intentando saciar mis ansias con humildad; intentando achicar el peso que me aflige, como si de un bote inundado se tratase. El agua corre, el viento sopla con fuerza y los cercos no consiguen limitar mis pasos. Prometeo quedó atrás y no se dónde volveré a encontrarlo.Los hombros están cansados, su fuego se convirtió en un recuerdo de calidez que ya no está. Por delante la locura, el camino, la arrogancia un orgullo que se vió truncado.




En horas pasadas, recuerdo haber visto a Eros y Thanatos luchando encarnizadamente en una batalla sin igual. Entre la guerra y el amor, entre la tierra y el cielo; ambos acabaron follando. Prometeo murió y el fuego quedó como recuerdo la calidez se encontraba en casa. Inicio y final de una búsqueda. "




"Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi padre en su trono" Apocalipsis 3:21
"Dice el necio en su corazón: No hay Dios" Salmo 53:1
"El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo." Nietzsche
Sin duda "Dios a muerto".


* Imagen: El hombre actual vive sin dios. J.R. Guillent Pérez