jueves, 24 de junio de 2010

Sueños de la Nit de Sant Joan

Noche negra de altas luces que, fugaces, iluminan las ruinas de una casa. No quise más que darte mi alma, pues ella es todo cuanto tengo. Esperaré a que el fuego de esta noche la arrastre al lugar donde nació o bien a los infiernos del olvido; a cualquier habitación de esta casa en ruinas y vacía.

Noche negra de altas luces, que si tu fuego me arrastra al sur, pintaré esta puerta de azul, como el cielo de la mañana, para que aún nos quede todo el día por delante. Reventaré a mazazos la pared que nos separa y abriré una ventana en el techo para que el sol acaricie tus hombros desnudos y yo pueda verte.

Pintaremos paredes de colores alegres y arreglaremos la escalera para poder tocar el cielo. Llenaremos de cojines el balcón para mullir al viento los sueños que nos quedan y en el jardín, entre las ramas de un bonsai veremos crecer en el huerto recuerdos, ilusiones y el amor que plantamos ayer.

Me lo estoy imaginando como si fuese cierto... Entrará el sol por la ventana, tu te levantas de la cama y te acercas a la puerta del balcón; contemplas satisfecha el pequeño reino que hemos creado. Yo me acerco por detrás y te abrazo, recordamos cuando todo eso no era más que una casa en ruinas y con un beso te llevo de vuelta a la cama. Nos regalamos caricias y desayunamos. Hoy no tenemos nada que hacer, solamente querernos.

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